Senda de O Laño (Poio)
Desde el pintoresco muelle de Covelo, la ruta se despliega con una promesa de serenidad. Con apenas 1.2 kilómetros de extensión, se convierte en un paseo acogedor, donde cada paso es un encuentro con la belleza natural. Aquí, la costa se muestra en su esplendor más sencillo, pero no por ello menos impactante.
A lo largo del camino, pequeñas playas como Covelo, O Caeiro y Laño se asoman tímidamente, invitando al descanso y a la contemplación. Pero es desde el mirador de Laño donde la magia alcanza su punto álgido, ofreciendo una panorámica imponente de la Ría de Pontevedra. En este rincón de paz, un banco aguarda, como un guardián silente, para brindar reposo y deleite ante la majestuosidad del paisaje marino.
Al final del recorrido, la desembocadura del rego da Freiría nos recibe como un umbral entre el pasado y el presente. Aquí, culmina la ruta, pero también se abre paso a la memoria de tiempos pasados, evocando la presencia de los molinos que alguna vez adornaron estas orillas. Aunque ya no se alzan en este tramo final, su espíritu persiste, susurrando historias de días antiguos y laboriosos.
La Senda de O Laño, más que un simple sendero, se erige como un testigo silencioso de la armonía entre el hombre y la naturaleza. En sus suaves curvas y susurros de brisa, se revela un vínculo ancestral, una comunión etérea que invita a perderse en la quietud del paisaje y a dejarse llevar por la magia de la costa de Poio.